Tres abandonos de un motor Mercedes en tres carreras, y Alonso harto de adelantar con “maniobras suicidas”

Mercedes siempre ha tenido motores competitivos en la Fórmula 1, pero dio un paso más cuando comenzó la era híbrida en 2014, y permitió a su equipo oficial dominar con mano de hierro durante varias temporadas.

Con el paso de los años, y gracias a la estabilidad del reglamento, Ferrari y Honda (no así Renault) han conseguido ponerse al día y formar un trío de propulsores competitivos y fiables, diluyendo progresivamente el dominio del equipo oficial.

«La velocidad en las rectas ha sido verdaderamente cruel, con el DRS se nos iban»

Eso no quita que Mercedes-AMG High Performance Powertrains, entidad encargada de crear los propulsores de la Fórmula 1 y dirigida por Andy Cowell (actual CEO y director de Aston Martin F1) hasta 2020, siga teniendo un motor sumamente competitivo, si bien tampoco está exento de problemas.

Y en el último triplete de grandes premios de la temporada, el formado por Imola, Mónaco y Barcelona, ha sumado más de lo que cabría esperar del último año de estos propulsores en la F1, cuyo desarrollo quedó además congelado en 2022.

Antonelli y Alonso, los perjudicados

¿Tiene realmente un problema serio Mercedes con su propulsor? Lo mejor es analizar lo ocurrido en las tres últimas citas del Mundial. En Imola, el damnificado fue Andrea Kimi Antonelli, piloto del equipo oficial de Mercedes. El italiano abandonó en la vuelta 45, aparentemente por un problema en la unidad de potencia.

Posteriormente, quedó claro que el fallo se había producido en el acelerador, que fue agravándose con el paso de las vueltas hasta propiciar la parada del monoplaza. Esto permitió al italiano utilizar esa misma unida de potencia en la siguiente carrera, Mónaco.

Pero, en las calles del Principado, quien tuvo problemas con su propulsor fue Fernando Alonso, que cuando tenía un sexto puesto muy amarrado, vio como este se paraba en la vuelta 36. Algo que, en un principio, el asturiano achacó a la deficiente preparación del motor, aunque posteriormente se identificó el verdadero origen: una bujía.

Dicha unidad quedó completamente inutilizada al quedar dañado un cilindro, por lo que Alonso tuvo que montar un nuevo propulsor en el Gran Premio de España.

Finalmente, Antonelli volvió a protagonizar un nuevo abandono en Barcelona, cuando las ruedas traseras de su Mercedes W16 se bloquearon en la vuelta 53, mandándolo de paso a la escapatoria de grava y, obviamente, obligándolo a abandonar.

«El motor [el mismo que utilizó en Imola] no había dado señales de tener problemas en las vueltas anteriores. Todo sucedió de repente. No sentí nada en absoluto hasta el problema», reconocía el italiano ante los medios después de no ver la bandera a cuadros.1

Por tanto, todo indica que de los tres abandonos relacionados con el motor, sólo uno es achacable a un fallo inicial del mismo, mientras que los otros dos fueron provocados por piezas auxiliares.

Alonso, cansado de recurrir a «maniobras suicidas»

La fiabilidad de la unidad de potencia Mercedes no está en entredicho, al menos de momento. Pero, ¿qué hay de su rendimiento? Fernando Alonso ha destacado en las últimas carreras la escasísima velocidad punta de su Aston Martin, algo que le obliga a ser muy creativo a la hora de intentar adelantar a sus rivales.

En Barcelona, el asturiano admitió que «en clasificación nos defendemos bien, tapamos las deficiencias del coche, pero luego en carrera acabas donde tienes que acabar. Nos ha faltado ritmo y velocidad en las rectas».

No sólo eso, además Alonso añadió que «la velocidad en las rectas ha sido verdaderamente cruel, con el DRS se nos iban, hemos hecho como cinco adelantamientos en la curva 3 por fuera, uno a Bortoleto en la curva 5 por fuera».

«En Imola, en la curva 7 hicimos tres adelantamientos en las últimas vueltas también, así que tenemos que empezar a adelantar en la recta con el DRS, como hacen los demás, y no inventarnos movimientos suicidas, pero ahora mismo no podemos», lamentaba.

¿Es este un problema de Mercedes o de Aston Martin? Lo cierto es que la marca alemana no tiene nada que ver en ello. Primero, porque la velocidad punta en los monoplazas depende de varios aspectos. El motor tiene su importancia, claro, pero la aerodinámica puede ser incluso más determinante.

Esto nos lleva a la segunda causa, y es que el resto de equipos motorizados por Mercedes; McLaren, Williams y el equipo oficial de la marca, no sufren este problema.

Queda claro, por tanto, que el Aston Martin AMR25 ha heredado un problema que ya tuvo el AMR23 de hace dos temporadas: su aerodinámica genera mucho drag (aquí te explicamos exactamente qué es), penalizando sustancialmente la velocidad punta del coche.

En cualquier caso, habrá que seguir de cerca a los equipos motorizados por Mercedes en las próximas carreras. ¿Se producirán más averías o todo quedará, como es presumible, en una mera (aunque costosa y molesta) anécdota?