¿Te da miedo adelantar en carretera convencional? Consejos para hacerlo rápido y seguro
Las carreteras convencionales, también conocidas como secundarias, tienen ese encanto de lo rural, lo pintoresco… y también ese puntito de tensión cada vez que necesitas adelantar a un vehículo que va a ritmo de paseo dominical.
Si alguna vez te ha pasado algo parecido mientras tu paciencia decidía rendirse, o vas a sacarte el carnet de conducir y te ves incapaz de hacerlo, este artículo es para ti.
Cómo adelantar en una carretera convencional
En España, tenemos una buena colección de carreteras convencionales: esas con un carril por sentido y, muchas veces, sin arcén. En estas vías, adelantar no es sólo cuestión de querer, sino de poder.
Y con poder me refiero a tener la posibilidad de hacerlo bien y seguro. Porque un adelantamiento mal hecho no es sólo una infracción; puede ser un susto de los gordos o algo mucho peor, ya que estamos hablando de una de las principales causas de accidentes.
Pero no te asustes, adelantar en carretera secundaria es posible y se puede hacer con total seguridad. Sigue estos consejos y te irá bien.
1. Antes de lanzarte: piensa como un ajedrecista
El primer paso para adelantar es algo tan simple (y a veces olvidado) como evaluar bien la situación. ¿Está prohibido adelantar en ese tramo? ¿Hay línea continua? ¿La visibilidad es insuficiente? ¿Viene alguien de frente? Si la respuesta es sí a cualquiera de estas preguntas, frena el impulso. No te conviertas en el protagonista de una mala decisión.
La DGT es clara: sólo puedes adelantar cuando la señalización lo permita y cuando no pongas en riesgo a nadie. Ni al que va delante, ni al que viene de frente, ni a ti. Y recuerda, que haya línea discontinua no significa que puedas adelantar en cualquier circunstancia.
2. Prepara la maniobra como si fueras un piloto… de autoescuela
Imagina que vas por una secundaria en quinta marcha. El coche va tranquilo, pero necesitas esa chispa de energía para adelantar. El consejo del profesor de la autoescuela Merinero es clave: «Baja una marcha antes de adelantar».
¿Por qué? Porque al reducir a cuarta (o incluso tercera, según el caso), el motor gana fuerza y respuesta. No se trata de correr más, sino de tener más empuje (más reprís, como se decía antiguamente) en el momento justo.
Esto es aún más importante si tu vehículo no es potente o no cuenta con buena aceleración. En ese caso es vital que anticipes el uso del cambio antes de iniciar la maniobra o saldrás al carril contrario con el coche ahogado (como cuando aceleras a la salida de una rotonda con el coche en cuarta o quinta, despistado).
Y por favor, usa los espejos. Todos. Retrovisor, laterales, intuición… Bueno, la intuición no es un espejo, pero ayuda. Señaliza siempre con el intermitente, aunque pienses que nadie te ve. Es tu forma de comunicarte en carretera, como un WhatsApp con luz.
3. La ejecución: decisión y firmeza
Una vez tomada la decisión y con todo claro, hazlo rápido, pero con cabeza. No se trata de acelerar como si te persiguiera una película de acción, sino de no dudar. Duda = riesgo.
Mantén una distancia prudente con el coche de delante. No se trata sólo de tener más visibilidad, sino de empezar a acelerar antes de salir al carril contrario. Si circulas pegado al coche de delante, saldrás de su rebufo con el coche parado y perderás tiempo e impulso.
Y ojo, una vez terminado el adelantamiento, vuelve a tu carril sólo cuando tengas margen de sobra. Además, recuerda que no puedes superar la velocidad máxima permitida en la vía. Sí, incluso cuando adelantas. Porque la multa puede llegar antes que el alivio de haber pasado al camión de los pepinos.
¿Tienes dudas? NO ADELANTES. Mejor llegar más tarde o esperar a otro tamo más favorable, que arriesgarte a perder la vida. Y si te agobian los coches de detrás, aléjate del vehículo que circula delante de ti para dejar espacio y que sean ellos quienes te adelanten sin verse obligados a hacerlo por partida doble de una tacada.
Adelantamiento en carretera convencional en tres sencillos pasos
- Elige un tramo con buena visibilidad y adelantamiento permitido.
- Deja espacio con el vehículo a adelantar, baja una marcha si es preciso, señaliza y coge impulso antes de salir al carril contrario.
- Una vez iniciada la maniobra, no dudes, completa la misma con decisión (pero sin brusquedad) y vuelve al carril con margen sobre el vehículo adelantado.
¿Adelantar o rebasar? Ojo al vocabulario
A veces usamos mal los términos, y no es lo mismo adelantar que rebasar. La DGT lo deja clarito:
- Rebasar es, por ejemplo, pasar por la derecha a un coche que está parado o muy lento, como en un cruce o en una retención.
- Adelantar es cuando cambias de carril (al izquierdo) para sobrepasar a otro vehículo en movimiento.
La diferencia no es sólo de diccionario. También cambia lo que puedes y no puedes hacer, y sobre todo, las sanciones si lo haces mal. Consulta este artículo y entenderás por qué te lo digo.
En resumen: adelantamiento sí, pero con respeto
La clave para adelantar con seguridad en una carretera secundaria no está en el coche (aunque lo puede facilitar mucho), ni en la suerte, ni en el horóscopo. Está en ti: en tu atención, tu preparación y tu forma de interpretar la carretera.
Adelantar no debería ser una maniobra de alto voltaje, sino parte natural de una conducción consciente. Así que, la próxima vez que veas a lo lejos el típico coche que va a 60 en plena recta… respira, analiza, y si las condiciones lo permiten, hazlo bien, hazlo seguro y no te la juegues.
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