
Prueba Audi Q3 Sportback 45 TFSI: potencia, diversión… y precio de vértigo
La actual generación del Audi Q3 Sportback se encamina hacia el final de su vida comercial pero sigue siendo una de las mejores opciones para hacerse con un SUV premium con silueta coupé. La marca alemana propone numerosas opciones mecánicas para adaptarse a todos los estilos, con variantes de gasolina, diésel, un salvaje RS Q3 Sportback de 400 CV y hasta hace poco una variante híbrida enchufable que probamos aquí.
Mucho donde elegir. Aunque en España la mayor parte de las ventas se concentran en el propulsor de acceso, el 35 TFSI de 150 CV, en mi opinión es mejor subir un par de escalones dentro de su gama para descubrir la fórmula que mejor funciona. La dosis extra de caballería encaja mejor con su propuesta. Por ello te propongo examinar el Audi Q3 Sportback 45 TFSI, un SUV compacto con ambición de coupé deportivo que combina 245 CV, tracción quattro y un chasis muy fino.
He convivido con esta versión del modelo alemán para descubrir que su silueta coupé promete dinamismo pero detrás de esa estética hay un coche muy versátil. En el día a día, el Q3 Sportback se comportó con una madurez y aplomo dignos de gamas superiores pero con el motor 45 TFSI siempre estaba listo para regalar mucha diversión si se quiere practicar una conducción espirituosa.

Aspecto deportivo pero funcionalidad cotidiana
Audi ya trabaja en la próxima generación del Q3 Sportback pero el actual, pese al paso de los años, sigue siendo muy bonito y actual a mi modo de ver. Lo primero que llama la atención es esa línea descendente del techo que, sin llegar a hipotecar la habitabilidad, aporta un aire musculoso. Sin embargo, aunque a nivel visual se encuadre dentro de la creciente categoría de los SUV coupé, en el uso diario mantiene la practicidad de un SUV compacto con un punto extra de picardía.
La gigantesca parrilla Singleframe octogonal, que ocupa casi todo el frontal, y los faros Matrix LED opcionales aportan un aire sofisticado y poderoso. Dependiendo de la línea escogida, se aportan elementos específicos: hay tres acabados denominados Advanced, S line y Black line edition.
De perfil, la caída del techo hacia el alerón posterior endulza las formas y los marcados pasos de rueda recuerdan que este todocamino tiene ínfulas de deportivo. Los zapatos
son acordes a su estilo y puede calzar llantas de hasta 20 pulgadas. Además, el Audi Q3 Sportback juega al despiste: a primera vista parece más largo de lo que realmente es. Mide 4,50 m de longitud y con una altura de 1,56 m que resulta contenida para un SUV refuerza esa impresión de coupé musculoso.

La zaga, con pilotos traseros en cuña y un portón que integra un discreto perfil a modo de spoiler, refuerza la sensación de anchura. También destaca el marcado difusor en la parte baja del paragolpes. Me hubiera gustado ver aquí unas salidas de escape que refuercen la imagen dinámica pero Audi ha optado por disimularla en los bajos del vehículo.
Por dentro se expone el aspecto clásico de Audi. El salpicadero limpio, dividido en dos bandas horizontales, transmite orden y amplitud sin excentricidades. Los materiales están a la altura y solo me importuna las superficies en negro piano lacado que rodea la pantalla central y pasa bajo la instrumentación. Es un material que se ensucia con facilidad, pero al menos la marca de los cuatro aros no ha extendido su uso más allá de esa zona.

El volante deportivo de cuero, ligeramente achatado por abajo, tiene un gran tacto y grosor. Me gusta que Audi no haya convertido los botones en superficies táctiles, un recurso tan de moda. Aquí los botones físicos son fáciles de operar y presentan un orden lógico, se agradece.
La instrumentación digital Virtual cockpit plus de 12,3 pulgadas es clara y configurable con varios modos de visualización de diseños muy atractivos. En el centro se ubica la pantalla de 10,1 pulgadas del Sistema MMI Navegación plus. Es un interfaz multimedia muy completo e intuitivo con mapas en 3D, Google Earth, integración con Alexa y un sistema de reconocimiento de voz natural, entre otras funciones.
El equipamiento disponible es muy amplio, pudiendo disfrutar de base de carga por inducción, un sistema de iluminación ambiental con colores para todos los gustos, sistema de sonido premium Sonos o asientos delanteros con reglajes eléctricos y calefacción. Desafortunadamente, como suele ser habitual en los premium, la mayoría de las cosas están en la lista de extras así que el precio final crecerá considerablemente, incluso aunque no seas demasiado caprichoso.

A pesar de la caída coupé del techo, no se sacrifica demasiado espacio para la cabeza en las plazas traseras. Tres adultos no viajarán con holgura pero dos sí que irán sin quejas. Es especialmente interesante que la banqueta es desplazable en 130 mm, permitiendo jugar con el espacio de las piernas o ampliar el maletero.
De todos modos el espacio de carga es generoso. El maletero tiene 530 litros de capacidad y además el piso es regulable en dos niveles. Abatiendo los respaldos posteriores, algo que se puede hacer en una proporción 40:20:40 se alcanzan los 1.400 litros de volumen. El portón eléctrico con apertura manos libres es un plus agradecido cuando vienes cargado de bolsas.

Potente, divertido y ágil
El corazón de este 45 TFSI es el bloque de gasolina 2.0 TFSI de 245 CV acoplado a una transmisión S tronic de siete marchas y a la tracción quattro. No cuenta con ningún tipo de electrificación así que le corresponde el distintivo medioambiental C, algo que puede echar para atrás a quienes se vean afectador por restricciones de circulación en grandes urbes.
En el modo más deportivo de los programas de conducción disponibles, el Q3 Sportback con esta mecánica se siente realmente a gusto. La respuesta al acelerador es inmediata, la dirección progresiva aporta confianza y el cambio estira las marchas para sentir todo el empuje. En adelantamientos va sobrado. La capacidad de aceleración es brillante, siendo capaz de superar los 100 km/h desde parado en apenas 5,8 segundos, y sigue empujando hasta los 233 km/h.
Para quienes busquen el equilibrio perfecto, la opción del tren de rodaje adaptativo de Audi merece mucho la pena. Esta suspensión con control de amortiguación ofrece múltiples ajustes. En el tarado más duro es realmente firme y en el más confortable filtra bien las irregularidades, aunque al optar por las llantas de 20 pulgadas deja notar los baches.

La tracción quattro cumple con nota, su buena fama está bien ganada. En curva evita cualquier subviraje excesivo y si queremos rodar con alegría reparte par al tren trasero para redondear el giro con más facilidad. El control de par selectivo en las ruedas interiores y aporta un tacto muy estable. Además, en mojado o firme irregular, inspira mucha confianza.
En cuanto al consumo de combustible, me ha sorprendido porque esperaba valores más altos. He rondado los 8,0 l/100 km haciendo recorridos a ritmos tranquilos la mayor parte del tiempo. Si te pesa el pie derecho aparecerán valores por encima de los 9 litros. No es frugal pero es el peaje a pagar por un SUV de rendimiento realmente dinámico.

¿Cuánto cuesta el Audi Q3 Sportback 45 TFSI?
En resumen, el coche mola. Como compromiso entre uso diario, confort en carretera y dosis de diversión, pocas fórmulas funcionan tan bien como este Q3 Sportback. Es bonito, bastante práctico y va repleto de tecnología por lo que resulta una opción muy redonda para quien busca algo más que un simple SUV.
El mayor inconveniente del Audi Q3 Sportback 45 TFSI es el precio. Esta versión está a la venta desde 61.050 €, un coste considerable. El problema es, como he dicho antes, que hay muchos extras que incluir y el precio sube con rapidez haciendo temblar la cartera. Para que te hagas una idea, la unidad de pruebas que ves en las fotos se acercaba a los 80.000 €, una tarifa difícilmente justificable para un coche de este segmento por muy premium que sea. Si encaja en tu economía, échale un ojo a las ofertas del Audi Q3 Sportback que te ofrecemos en motor.es para tener el presupuesto más ajustado.
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