Preocupaba la radiación de los coches eléctricos y el resultado de este estudio sorprende
Durante años, los coches eléctricos han sido vistos con una mezcla de entusiasmo y sospecha. Que si las baterías contaminan, que si los materiales son poco sostenibles… e incluso que podrían emitir niveles preocupantes de radiación.
Para comprobar si esto último es cierto, se ha realizado un estudio oficial en Alemania que pretendía disipar esa sombra. Y lo cierto es que algunas de las conclusiones del mismo llaman la atención.
Las mediciones mostraron que los campos magnéticos aumentan al arrancar, acelerar o frenar, sobre todo si se hace de forma brusca.
Un encargo del Gobierno alemán
El informe ha sido elaborado por la Oficina Federal de Protección Radiológica (BfS), por encargo del Ministerio Federal de Medio Ambiente (BMUV). El objetivo: medir los niveles de radiación en coches eléctricos, híbridos y de combustión, y comprobar si hay riesgos para la salud de los ocupantes.
Con el objetivo de cubrir todas las posibilidades, se emplearon 14 vehículos matriculados entre 2019 y 2021. De ellos, 11 eran eléctricos, dos híbridos y uno con motor térmico. Además, las pruebas se llevaron a cabo en diferentes escenarios: bancos de potencia, pista cerrada y carretera abierta.
¿Qué midieron exactamente?
Obviamente, los investigadores no estaban buscando plutonio en el maletero. Lo que midieron en realidad fueron los campos magnéticos generados por los componentes eléctricos de los vehículos, que es la parte que más inquieta cuando hablamos de radiación en dispositivos electrónicos.
Sensores colocados en maniquíes —desde la cabeza hasta los pies— registraron los niveles de exposición dentro del habitáculo. Curiosamente, fue en la parte inferior del cuerpo donde se detectaron los valores más altos, aunque sin alcanzar en ningún momento niveles preocupantes.
El diseño y la conducción sí importan
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio tiene que ver con el diseño de los vehículos. Más allá del tipo de propulsión, lo que más influye en la exposición a los campos magnéticos es la ubicación de los componentes que los generan.
Por eso, los expertos del BfS recomiendan situarlos lo más lejos posible de los ocupantes, una pauta que ya siguen muchos fabricantes.
Pero hubo otra variable incluso más sorprendente, y que el estilo de conducción también influye. Las mediciones mostraron que los campos magnéticos aumentan al arrancar, acelerar o frenar, sobre todo si se hace de forma brusca.
Así que, si querías otra razón para conducir con suavidad… aquí la tienes: menos desgaste, menos consumo y menos campos magnéticos.
¿Y las conclusiones?
El resultado general del estudio es tranquilizador: no se han encontrado diferencias significativas entre coches eléctricos, híbridos o de combustión en lo que a radiación se refiere. Incluso el coche híbrido, que mostró un pico mayor al arrancar, se mantuvo por debajo de los límites recomendados.
La conclusión del estudio es, por tanto, que conducir un vehículo no te expone a niveles de radiación reseñables, y esto incluye a los coches eléctricos. Así que puedes seguir disfrutando del silencio del motor… sin necesidad de forrarte el asiento con papel de aluminio.
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