MANSORY revoluciona el Ferrari Purosangue con un estilo que es pura provocación

Quizá se le haya ido de las manos, pero es lo que los asistentes de a prestigiosos eventos como el Top Marques Mónaco van buscando. Una dosis de distinción sin igual en cualquiera de las creaciones presentes en una cita donde acuden más preparadores y especialistas en tuning de alto nivel que fabricantes.

MANSORY ha sido uno de los que ha estado presentes en este Top Marques Mónaco 2025, y adonde ha llevado una de las propuestas más arriesgadas de su catálogo. Un Ferrari Purosangue que, por supuesto, hace girar cabezas allá por donde pase, pero que también es el perfecto ejemplo de por qué la marca italiana se niega a que sus modelos sean pasto del tuning.

El Purosangue de MANSORY es un one-off para alguien muy atrevido

El nombre es sinónimo de luchador, de potencia y fuerza, y el nombre es un homenaje a la bandera italiana. Un one-off del que no se sabe si es un ejemplar único o si en realidad serán tres los que se fabriquen. El paquete aerodinámico es de fibra de carbono, tintada según la sección de la carrocería, con arcos suplementarios para los pasos de ruedas, faldones laterales y spoilers.

Tanto en el labio delantero, dividido en cuatro secciones, como en la parte trasera donde los alerones alcanzan un nivel verdaderamente extremo. MANSORY ha instalado una tercera luz de freno al estilo Formula 1 en un difusor nuevo, en el que las dos salidas de escape se han transformado en una fila de cuatro tubos. Por cierto, que el capó delantero también es nuevo, y ahora cuenta con sus correspondientes aberturas de canard.

Si espectacular te parece el kit, más lo es el trabajo de pintura. Los artistas del rey de la fibra de carbono saben de la dificultad para lograr que los tres colores encajen con absoluta perfección, por lo que en lugar de pintar el cuerpo con capas superficiales, han inyectado cada uno en una resina especial.

Un interior y potencia a la altura en el Purosangue de MANSORY

MANSORY también ha trabajado el interior, y de qué manera. El cuero blanco no solo aporta luminosidad, sino un espacio y habitabilidad enorme, a lo que contribuyen también los impresionantes asientos traseros que transmiten una comodidad de excepción. El techo está decorado como un Rolls-Royce y, por supuesto, la guinda está en el motor.

El tremendo V12 de 6.5 litros sin turbos se ha mejorado con un par de elementos. Un escape deportivo y una reprogramación de la unidad de control han permitido amentar la potencia máxima hasta los 745 CV. Por supuesto, precio no se sabe, pero supera el millón de euros seguro…