
La reforma de la jornada laboral del Gobierno pone en jaque a miles de talleres de coches
En España se lleva hablando ya mucho tiempo de la reducción de la jornada laboral. Es uno de los objetivos del Gobierno actual en la presente legislatura: bajar de 40 a 37,5 horas semanales, aunque también están incluidas otro tipo de medidas, como el control horario de la jornada más estricto o la desconexión digital fuera de las horas de trabajo.
Por el momento, el proyecto dio un paso adelante el pasado 6 de mayo, cuando el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley. A día de hoy está en proceso de tramitación en el Congreso de los Diputados, aunque parece que tardará en implantarse.
El Gobierno de coalición no tiene todavía los apoyos suficientes para sacar adelante esta propuesta, aunque la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, está convencida de que saldrá adelante: «Tardaremos lo que tardaremos, pero vamos a ganar», aseguró recientemente en un acto promovido por su partido, Sumar.
Varios han sido los colectivos que se han pronunciado en contra de esta reducción de jornada. Si bien supone sobre el papel una gran noticia para los trabajadores y cumplir el objetivo del Gobierno de una mejor conciliación de la vida laboral y personal, para los empresarios supone verlo desde una perspectiva diferente.

Los talleres y la reducción de la jornada laboral
Uno de los colectivos que más ha hecho ruido ha sido el de los supermercados, pero hay otro que nos toca más de cerca en el sector automovilístico en el que pocos han reparado: los talleres de coches.
Un estudio de la plataforma de pagos digitales para automoción, Aufinity, basándose en datos de Solera, ha hecho una valoración de cómo puede afectar la jornada laboral a este sector. Según sus estimaciones, más de 30.000 talleres estarían en riesgo de subsistir, debido a que todos estos funcionan exclusivamente con dos personas.
Según el estudio, la pérdida de 80 horas laborables al año supone una «amenaza real a su sostenibilidad» y puede generar tensiones en sus estructuras operativas. De hecho, esta reducción de la jornada laboral amenaza a su modelo productivo actual, aparte del económico, y puede suponer un punto de inflexión en sus métodos de organización del trabajo.
Por ejemplo, si estos talleres quieren mantener los niveles actuales de rentabilidad, deberían aumentar el precio de la mano de obra en un 4,6 por ciento. De esta forma, elevaría el coste por hora desde los actuales 45 euros de media a más de 47 euros. De reducirse los recursos humanos, al haber menos horas (o por falta de relevo generacional, explican desde Aufinity), «el margen de error y de ineficiencia se multiplica».

La digitalización de los talleres, aspecto clave
También tendrá un efecto directo en la gestión de la tesorería de los talleres, algo que recuerdan que es un apartado bastante descuidado en las empresas pequeñas: «Menos horas de trabajo implican que cada euro cuenta más. Si los cobros se demoran o hay errores manuales, el taller se resiente», avisa Aufinity.
«Los talleres llevan décadas funcionando con una lógica de sobrecarga y multitarea», y recuerdan también que mucha parte del tiempo de los equipos de posventa se «pierde» en procesos administrativo como la gestión manual de los cobros, financiaciones, seguimiento de facturas, conciliación de pagos…
Desde Aufinity se considera que es más que necesario la implantación y digitalización de herramientas y de este tipo de procesos que permitan, por un lado, minimizar los errores administrativos o acelerar los cobros. «Automatizar procesos y liberar tiempo operativo no es una cuestión de innovación, sino de supervivencia».
De esta forma, consideran que se pueden ahorrar cerca de 20 minutos por operación, dedicando todo ese volumen de tiempo a lo más importante de su negocio y a mantenerlo operativo.
Fotos: Freepik / La Moncloa
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