Frenos y neumáticos contaminan más que los tubos de escape
13 junio 2025
Un nuevo estudio europeo encargado por EIT Urban Mobility (el mayor organismo de innovación en movilidad urbana de Europa) a la consultora e:misia, y cuyos resultados se presentaron en la Cumbre Anual del Foro Internacional del Transporte en Leipzig, revela que las emisiones no procedentes de los gases de escape denominadas NEE (partículas liberadas por el desgaste de los frenos, los neumáticos y la superficie de la carretera) son ahora la principal fuente de contaminación por partículas del transporte por carretera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en sus informes anuales que la contaminación por partículas (PM) sigue siendo una de las amenazas más graves para la salud ambiental en Europa. Según este organismo, más del 96% de la población estaba expuesta a concentraciones de PM2,5 (partículas con un diámetro igual o inferior a 2,5 micras) superiores a los límites establecidos.
La buena noticia es que las emisiones tradicionales del tubo de escape están disminuyendo gracias a la electrificación del parque móvil y los cambios en la normativa, lo que ha provocado que ahora la atención se centre en las partículas liberadas por el desgaste de los frenos, los neumáticos y la superficie de la carretera.
Los autores del estudio destacan que en Londres, Milán y Barcelona, estas emisiones NEE representan entre el 68% y el 88% de las partículas contaminantes del transporte por carretera. Además de perjudicar la calidad del aire, las partículas de NEE contaminan el agua y el suelo, lo que preocupa por los posibles daños ecológicos a largo plazo.
El desgaste de los frenos es actualmente la mayor fuente de NEE en las zonas urbanas, con más del 40% de las partículas resultantes en suspensión en el aire. El desgaste de los neumáticos también es importante, aunque la mayor parte de los residuos se acumulan en el polvo de la carretera. Las paradas y arranques que se producen en la conducción urbana intensifican ambas formas de contaminación. Las próximas normas Euro 7 introducirán, por primera vez, límites a las emisiones por desgaste de frenos y neumáticos -a partir de 2026 y 2028, respectivamente-, pero sólo se aplicarán a los vehículos nuevos.
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