Europa quería pillar a los eléctricos… pero Brembo se adelanta y frena las multas (también para los de combustión)

Con qué alegría se compraron algunos sus coches eléctricos. La gran mayoría nunca se imaginó que, un buen día, Europa les pondría contra las cuerdas por algo que no habían tenido nunca con sus coches de combustión. Bruselas lleva años esforzándose por rebajar al máximo las emisiones contaminantes, hasta hace poco tiempo exclusivas de los coches de combustión.

Sin embargo, los gobernantes europeos nos sorprendieron con algo que no se había medido nunca: las emisiones procedentes de los frenos, y estableciendo unos límites en las regulaciones. Unas pruebas que no tardarán mucho en implementarse en los protocolos de las inspecciones técnicas, y que no vamos a tardar en comprobar.

Brembo muestra sus nuevos frenos «Greentell»

Brembo ya sabe cómo

Porque, a partir de 2026, las pruebas de homologación del ciclo WLTP también tendrán en cuenta las partículas procedentes de los frenos, con un límite máximo de 7 mg/km. Algo que no parecía preocupar demasiado a las marcas, quizás solo a una Porsche que había encontrado una solución a este problema o a una startup que también había encontrado una tabla de salvación.

Lo mismo, la gran mayoría de las marcas se había despreocupado porque se lo habían encargado a uno de los grandes líderes del mundo en frenos. Y es que los de Brembo han presentado su nuevo sistema «Greentell» en una feria de tecnologías para el sector de la automoción en Shanghái. La casa italiana ha desvelado un disco y pastillas capaces de reducir en un 90 % la generación de polvo.

Brembo asegura que esta tecnología no es solo apta para coches eléctricos o electrificados, sino que asegura que es perfectamente compatible con los de combustión, sean de alta gama o comerciales ligeros. Así, mata dos pájaros de un tiro si a Europa le da por extender esta medida también a los coches de combustión.

Los nuevos discos de freno de Brembo alargan los mantenimientos

La empresa no ha entrado en grandes detalles, demasiado técnicos como para entenderlos, limitándose a señalar que el nuevo disco cuenta con una capa de metal que evita el desgaste de la superficie. Es decir, esta pátina, aplicada con tecnología de impresión 3D, evita que el disco pierda grosor con el tiempo, lo que supone liberar menos partículas.

En verdad, el disco tiene que hacerse más fino, pero este tratamiento lo retrasa, alargando su vida útil entre un 20 % y un 30 %. El especialista también ha integrado una nueva marca de desgaste, un logotipo grabado con láser en el disco que, cuando desaparezca, será el momento de sustituirlos.