Este Mercedes Clase G es único en el mundo y sería una auténtica pena meterlo en el barro

A estas alturas de la vida, no nos debería sorprender lo que pueda ser capaz de hacer una marca como MANSORY. El preparador germano nos ha acostumbrado a dar vida a creaciones de lo más variopintas, muchas de ellas con el Mercedes Clase G como base.

Esta última, que descansa ya en el concesionario que la compañía alemana tiene en Dubái, nos ha dejado no obstante boquiabiertos. Entra de lleno en su catálogo de modelos ‘Grande Entrée‘, aquellos categorizados como una versión de lujo y personalizada al máximo.

La última creación de MANSORY ha tomado como referencia, en este caso, un Mercedes-AMG G 63, una auténtica bestia parda que lo es aún más y que ha sido retocada en prácticamente todos los apartados.

Un ‘one-off’ de Mansory espectacular

Para comenzar, MANSORY ha alargado la distancia entre ejes del modelo, lo que le ha conferido una nueva estética, con las ventanillas traseras alargadas, más espacio interior y un maletero más capaz.

Para acceder a las nuevas butacas traseras, donde se han instalado dos espectaculares asientos de capitán con su propia consola central entre ambas, MANSORY también ha instalado unas puertas traseras autopropulsadas que se abren en sentido contrario; es decir, unas puertas traseras suicidas en toda regla.

Su diseño extravagante se deja ver desde un primer vistazo, con todos los paneles de la carrocería renovados y una estética claramente diferenciadora: nueva parrilla, nuevas luces LED, nuevo capó, pasos de rueda ensanchados, llantas de nueva factura, tubos de escape laterales también nuevos… Y como toque final, un acabado dorado mate espectacular.

El interior no se iba a quedar atrás: además de la mayor luminosidad a bordo gracias a las ventanillas más grandes, destaca la nueva tapicería de cuero color crema con detalles en marrón que tan bien contrastan con la carrocería, así como la iluminación LED en todo el habitáculo y los detalles exclusivos que nos recuerdan que estamos ante un modelo único.

El todoterreno 4×4 alemán también ha sufrido una actualización mecánica. Su motor V8 biturbo de 4,0 litros pasa de los 544 CV y 760 Nm a unos salvajes 820 CV de potencia y 1.200 Nm de par motor. No conocemos las prestaciones, pero tomando como base los 4,3 segundo de aceleración y 220 km/h de punta del modelo base, podemos ponernos a soñar.

Y sobre todo, también por sus excelsas cualidades off-road, aunque dé mucha pena tener que manchar una joya como esta en el barro. Su futuro propietario multimillonario debería pensárselo varias veces antes de hacerlo.