
El Fiat Grande Panda Hybrid se presenta lleno de color, estilo… y hasta barro
Si hay algo de lo que uno se percata al llegar a Turín, una de las capitales industriales de Italia y sede de Fiat, es que raramente hay una calle donde no haya aparcado o circulando un Panda. No me refiero al modelo de segunda generación que tampoco es raro de ver por nuestras calles, no; me refiero al Panda original, el de los 80.
Moviéndose sin rechistar, con los plásticos descoloridos, roces, abolladuras y con los pilotos de atrás tintineando al ralentí. Esa estampa de ver al veterano utilitario moverse a la par que vehículos que le superan en todo -menos en edad- te deja clara una cosa: ser el sucesor del venerado compacto es una gran responsabilidad.
El Panda es el coche que Fiat ha elegido para ofrecer una opción asequible y global para todas las necesidades
En Fiat bien lo saben, y por eso lo han elegido para que sea el modelo por el volver a posicionarse globalmente. ¿La receta? Versatilidad, un diseño alegre con una clara inspiración retro y una plataforma que admita motorizaciones eléctricas, híbridas e incluso ICE, como veremos más adelante. Ahora es el momento de conocer la versión híbrida.
Pero no nos adelantemos, en primer lugar llegamos al recinto y nos encontramos al Grande Panda y desde luego, comparado con el original, «Grande» es la palabra. Tampoco es un coche exagerado en dimensiones -3,99 metros de largo, 1,76 de ancho y 1,58 de alto- pero sus ángulos marcados, acompañado de los guardabarros en plástico le da un aspecto voluminoso. Recordemos que la idea de Fiat es pelear con el Grande Panda en el Segmento B, muy solicitado por los italianos
Además toda su carrocería son referencias y guiños al modelo original. Diseñado en Mirafiori, la filosofía es unir la tradición del modelo original con toda la comodidad y accesibilidad del presente, haciéndolo reconocible desde cualquier ángulo. Exteriormente, salvo por el logotipo de «Hybrid» situado atrás, es similar a la versión EV que ya conocemos.
En la rueda de prensa de Fiat nos comentan detalles muy interesantes sobre la gran apuesta la marca, que servirá como base para futuros modelos y versiones. Fiat quiere ofrecer tantas motorizaciones distintas para el Grande Panda porque quieren ofrecer una solución global, que se adapte a las necesidades de cada zona. Además han puesto especial interés a ofrecer una experiencia de conducción sencilla, cómoda e intuitiva; exactamente lo que ofrecía el primer Panda.
Pero la verdadera sorpresa llegó cuando anunciaron que, tras el éxito del Grande Panda EV y la puesta en escena del modelo híbrido, Fiat ofrecerá un Grande Panda gasolina y con cambio manual, estimado para finales de año. ¿El motivo? Hay muchos países donde la electrificación todavía no se consolida y hay un enorme sector del mercado que no están atendiendo: los mejores ejemplos son España, Francia o Alemania, donde la cuota de vehículos ICE todavía es de un 50-55% aprox.
Ventajas de la plataforma «Smart Car» de Stellantis.
Full Hybrid… por los pelos
Tras ello pasan a darnos detalles sobre la nueva mecánica híbrida del Grande Panda, compuesta por motor de 1.2 litros turbo y 3 cilindros que entrega 110 CV combinado con una batería de iones de litio de 48 V y una transmisión automática eDCT de doble embrague y 6 velocidades. Unas prestaciones modestas pero suficientes para el urbanita que aspira ser el Panda.
Lo que más llamó la atención de todos es que dispone de un modo 100% eléctrico, por lo que no se debe considerar Mild-Hybrid, pero de solo 1 Km y a 30 km/h como máximo de velocidad. Fiat lo ha ideado de esta forma para optimizar el uso en ciudad: maniobras de aparcamiento o situaciones de tráfico lento.
Por último mencionar las 3 versiones del Grande Panda híbrido: la versión Pop, la más básica, que equiparía ADAS, aire acondicionado manual, cambio automático y un interesante lanzador para teléfonos utilizando un código NFC. Pasamos luego a la Icon, con pantalla táctil de 10,25 pulgadas para infoentretenimiento y 6 altavoces, faros LEDs y los paquetes Tech o Style, que incluyen más ayudas electrónicas o una estética más atractiva, respectivamente.
Y en lo más alto tenemos La Prima, la versión que incluye ambos paquetes, llantas de 17′ y retoques en el interior, como detalles en el salpicadero de
BAMBOX Bamboo Fiber Tex, un tejido con incrustaciones de bambú real, ¡para que no olvidemos que es un Panda!
«El sueño de la aventura todoterreno»
Junto a toda esta información y con una presentación al ritmo de «Boombastic» (ahora rebautizada como «Pandastic») se desvelaba la otra sorpresa que ya conocíamos, pero no habíamos visto en persona: el Fiat Grande Panda 4×4 Manifesto, un tributo directo al querido Panda 4×4.
Inmediatamente roba todas las miradas y se lleva todo el protagonismo: para empezar su color «Dark Red», original al mito de los 80 y sus llantas de chapa blanca con neumáticos de survo profundo. Mención especial a sus pilotos auxiliares cuadrados en el frontal y la baca, ahora reforzada y equipada con una bolsa de viaje. Por último mencionar los bajos en plástico negro, que le daban una apariencia muy robusta.
Sobre especificaciones técnicas del Grande Panda 4×4 Manifesto poco se ha revelado aún: solo sabemos que su tracción total derivará del propulsor híbrido que acabamos de conocer, y que funcionará con un eje trasero de propulsión 100% eléctrica.
Fiat lo propone como una receta ideal para uso urbano y con un extra de carácter aventurero y capacidades offroad. De momento queda como un what if hasta que Fiat decida -o no- lanzarlo y ponerle una etiqueta con el precio.
Hacer la conducción sencilla, la apuesta del Grande Panda
Hechas las presentaciones es el momento de probar el modelo híbrido, y para ello Fiat nos propuso una agradable ruta desde el Centro Stile de Turín hasta Barolo, provincia de Cuneo.
En el bullicio de la ciudad el Panda brilla debido a su filosofía urbanita. Tras marcar en el navegador la ruta, y hacernos con los distintos menús y opciones de configuración en su pantalla central de 10,5 pulgadas, descubrimos que su conducción es indiscutiblemente sencilla.
Tanto es así que ni siquiera tiene modos de conducción, tan utilizados en los modelos híbridos. La única interacción del conductor en la gestión del vehículo es aumentar la regeneración durante las deceleraciones pulsando la tecla L en el selector de marcha. Hasta ese punto quiere Fiat que te «despreocupes» con el Grande Panda.
Sobresaliente en ciudad. Suficiente fuera de ella
Su dirección eléctrica permite realizar giros pronunciados con rapidez y los cambios son extraordinariamente suaves, gracias al cambio de doble embrague. De hecho la suavidad es el adjetivo que mejor define su experiencia de conducción, especialmente a regímenes bajos. El motor EV ofrece el apoyo suficiente al motor térmico para que el régimen de vueltas funcione muy abajo y solo en fuertes aceleraciones saca un mínimo de carácter; ideal para consumos.
Destacar la pantalla del salpicadero del 10 pulgadas del Grande Panda, donde puedes ver en todo momento la gestión de los 2 motores. Como curiosidad: en toda la ruta de más de 90 kilómetros, apenas vimos que el nivel de carga bajase. Nos pareció una lectura muy optimista porque, pese a que circulamos a velocidades bajas, tampoco pareció inmutarse en pendientes o aceleraciones. Necesitaríamos más kilómetros para sacar conclusiones reales.
¿Qué pasa si le exigimos más al tricilíndrico, como es el caso de una incorporación o un adelantamiento en carretera? Los 110 CV para mover los 1350 Kg se mueven justos y la respuesta se hace esperar. Por supuesto es más que suficiente para poder viajar por carretera con solvencia, y no debemos olvidar su condición de vehículo urbano (¡el Panda original tampoco era un portento en cifras!).
Sencillo, pero no austero
Por último hablemos de su habitabilidad. Cabe destacar lo espacioso y bien aprovechado que resulta por dentro, con espacio para que 5 personas viajen cómodas y 350 litros de espacio de maletero en su versión híbrida. Además en el salpicadero cuenta con una repisa que recorre todo el ancho y 2 guanteras, una superior compacta y otra inferior. Por último, el Grande Panda cuenta con espacios auxiliares en las puertas y el túnel central.
Los asientos recogen bien y cuentan con todos los ajustes manuales que caben esperar, aunque debo anotar que sienten algo duros. El otro aspecto «duro» que quiero destacar es la suspensión, más pensada para cargar el coche sin que resienta que para suavizar baches y badenes.
En cualquier caso, el interior con colores armoniosos a la vista, los detalles en amarillo, los materiales empleados y el original esquema del salpicadero, que referencia al Panda original -pero con más detalles- crean un sensación de calidad y buenos ajustes.
El objetivo en España: una opción real a un precio entendible
Por último, Fiat ha revelado los precios para el Grande Panda híbrido para el mercado español: a partir de los 16.150 € financiando a través de la marca. Además su disponibilidad es inmediata, ya que se comienza a comercializar a partir de este mismo mes de Mayo.
El Grande Panda es una apuesta muy ambiciosa de Fiat para volver a liderar el Segmento B (hoy día muy disputado) y hacer frente a rivales como el Renault 5 E con un inequívoco acento italiano. No solo en España quiere Fiat hacerse notar con su nueva creación: la marca turinesa durante la presentación insistió en que su nuevo coche quiere ser una solución global para atender todos los mercados.
Solo nos queda saber cómo progresará la reinterpretación del mito, si el modelo 4×4 Manifesto será una realidad y, sobre todo, conocer el futuro modelo gasolina y manual donde pueden ganarse la confianza de muchos usuarios.
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