BMW firmó una joya con el M4 CSL pero lo de MANHART es una locura, un monstruo de casi 1.000 CV sin filtros

Es uno de los deportivos más brutales de los últimos tiempos. El BMW M4 CSL ha puesto el listón muy alto frente a sus rivales, y también en el seno de la propia marca alemana por doble. La casa de Múnich se ha superado una vez más y no solo ha convertido a este deportivo en una máquina de devorar curvas, sino también capaz de ofrecer lo imposible en circuito.

La mejor prueba de ello es que el M4 CSL tiene su propio hueco en las vitrinas de Nürburgring, y también porque ya no se encuentra a la venta -solo se han fabricado 1.000 para todo el mundo- y no te puedes hacer con un ejemplar de fábrica de este Serie 4 Coupé con nada menos que 550 CV. Una fiera que, por supuesto, tendrá un heredero y que, como mínimo, tiene el reto de igualar semejante rendimiento, prestaciones y dinamismo.

El BMW M4 CSL es una joya muy difícil de superar

Pero, para los compatriotas alemanes de MANHART Performance esos 550 CV no son suficientes, por lo que han presentado su propia propuesta y no decepciona. Por fuera, está pintado en el habitual color negro brillante y adornado con las tradicionales franjas decorativas doradas. Pero no es esto lo que verdaderamente llama la atención, sino el paquete aerodinámico desplegado, enteramente de fibra de carbono para rebajar más todavía el peso.

Las llantas de aleación son forjadas, de 20 pulgadas delante y de 21 pulgadas detrás, montadas en neumáticos de diferente medida, de 285/30 y 305/25, respectivamente. Un conjunto brutal que encaja a la perfección con los 25 milímetros que se le ha recortado a la distancia al suelo, gracias a unos nuevos muelles ajustables en altura que también ofrecen una conducción más precisa.

El tremendo plus de potencia de MANHART para el BMW M4 CSL

Pero lo mejor de este monstruo se encuentra bajo el capó de este M4 CSL, pues el seis cilindros en línea y de 3.0 litros biturbo ha experimentado un tremendo cambio. El intercooler es nuevo, como también se han sustituido los pistones y bielas por unos forjados, el sistema de escape es de acero inoxidable y el conducto de admisión de carbono.

El resultado son 922 CV y un par motor máximo de 1.300 Nm, que ha obligado a reforzar la ECU principal y también la del cambio automático M Steptronic de ocho velocidades. Una bestialidad que, como sabes, se traslada íntegramente al eje trasero, porque el M4 CSL no cuenta con tracción total xDrive. Por eso, cuenta con frenos carbocerámicos de serie, y también con una jaula antivuelco de seguridad en el interior…