Compromiso con la vida
03 abril 2025
El calmado del tráfico en las ciudades; hacer cumplir las normas mediante una importante tarea de vigilancia y control; colocar a las víctimas en el centro de la política de movilidad y seguridad vial; y la eficacia en la notificación de sanciones para que realmente se paguen y se evite la sensación de impunidad, han sido los argumentos de la participación institucional española en el congreso sobre seguridad vial celebrado en Marrakech del 18 al 20 de febrero.
Fruto de la reunión los ministros y los representantes de las delegaciones firmaron la “Declaración de Marrakech” en la que se refuerza el compromiso colectivo de hacer de la seguridad vial una prioridad universal, guiada por los principios de equidad, accesibilidad y sostenibilidad, sin dejar a nadie atrás, y apostando por una mayor voluntad política y una mayor inversión.
La realidad es que más de 1.200.000 personas fallecen cada año en el mundo a consecuencia de los siniestros viales, y la mayoría son muertes que se pueden prevenir. Las consecuencias son especialmente dramáticas en los países en vías de desarrollo, en el continente africano, con el 20% de las víctimas a pesar de tener sólo el 2% del parque de vehículos mundial, y en el continente americano, que recoge el 19% de los fallecidos.
Participación española. La delegación de nuestro país estuvo encabezada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien expuso el modelo de seguridad vial español, que ha permitido rebajar las víctimas mortales a 37 fallecidos por millón de habitantes.
El ministro insistió también en la necesidad de poner a las víctimas “en el centro de la política de seguridad vial, darles voz y visibilidad porque son la conciencia crítica de la sociedad, ellas nos trajeron el concepto de ‘violencia vial’ y tienen razón cuando defienden la obligación ética y moral de evitar tanto dolor y tanto sufrimiento”. Además, destacó la apuesta por la educación escolar en valores como compartir la vía pública, cumplir las normas y pensar en los demás; la formación continua de los conductores, y las campañas de concienciación social.
Por su parte, el director de Tráfico, Pere Navarro, se refirió a la importancia de un procedimiento sancionador claro, sencillo para el ciudadano, y eficaz, que finalice con el cobro efectivo de las sanciones: “De nada vale que los agentes denuncien a los infractores, si las sanciones finalmente no se cobran”.
Protagonistas de la seguridad del tráfico, las víctimas de siniestros viales, representadas por la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas (FICVI), IRVP (International Road Victims Partnership) y FEVRx (Federación Europea de Víctimas de la Carretera) presentaron en Marrakech un manifiesto de cinco puntos solicitando políticas que den prioridad a peatones y ciclistas; al transporte público; a vehículos e infraestructuras seguros, y campañas de concienciación y educación.
Asimismo, reivindicaron una legislación vial clara, con aplicación rigurosa y el establecimiento de redes de atención integral a las víctimas y a sus familias: “El cuidado médico inmediato y la rehabilitación posterior al siniestro pueden marcar la diferencia en la supervivencia y la vida independiente de los lesionados”, concluye el texto que recoge estas reclamaciones fundamentales.
No Comments