Kyle Kirkwood vence en Detroit y desafía en la distancia a Álex Palou tras su abandono

En una temporada que está rompiendo muchos libros de récords, Álex Palou ha ido desafiando casi todas las convenciones establecidas sobre lo que se puede hacer o no. Sin embargo, hay una con la que no ha podido: la maldición de no ganar la carrera posterior a vencer en la Indy 500, algo que no sucede desde Juan Pablo Montoya en el año 2000. La maldición, eso sí, se cebó en forma de abandono por causas ajenas, tras un intenso Gran Premio de Detroit en el que Kyle Kirkwood, el único que rompía su temporada perfecta hasta ahora, ha salido airoso con un nuevo triunfo.

A diferencia de otras ocasiones, la carrera gozó de un inicio relativamente tranquilo y sin incidentes destacables, en la que Colton Herta mantuvo su pole position pese al ataque desaforado por el interior de Christian Lundgaard. Palou llegó a ponerse tercero tras el danés, pero a ambos les pasó Kirkwood en dos vueltas con autoridad. Con los nueve primeros montando blandos de partida, Herta seguía líder tras su parada en la vuelta 13, pero las gomas frías le costaron ante un Nolan Siegel que estaba alargando, y aprovechó Kirkwood el hueco para ponerse líder.

Poco después, llegó el abandono de Rinus VeeKay desde el séptimo lugar por un problema mecánico y el primer caution por un trompo de Felix Rosenqvist contra las protecciones. La amarilla fue una bendición para Scott McLaughlin, que aún no había cambiado sus gomas blandas y era sexto antes de las paradas, pero al que el cortísimo pit lane dual de Detroit y los 13 coches que siguieron en pista le ayudaron a salir delante de Kirkwood, quedándose el liderato real de carrera. Su golpe de fortuna, sin embargo, no duró demasiado, ya que en la resalida hizo trompear a Siegel en la frenada de la recta trasera, lo que le costó después un Stop & Go.

Kirkwood era perseguido por un Will Power que también se había beneficiado de la amarilla anterior, en su caso por parar justo cuando se produjo, delante de Herta, Lundgaard, Palou y Malukas. Tras un breve caution por perder Devlin DeFrancesco un neumático en pista, Palou pasó al danés y casi hizo lo propio con Herta cuando este intentaba superar a Power. De este modo, la zona central de la carrera transcurrió entre distintos ciclos de paradas, a medida que se hacía evidente que nadie podría completar la prueba en dos detenciones y que todos tendrían que hacer tres paradas.

Destacaba la subida de posiciones de Christian Rasmussen, el mejor de los que alargó con el duro, y de Pato O’Ward, que se puso sexto con dos sets iniciales de duros tras cambiar el primero pronto, igualando su estrategia con los del blando inicial. Cuando todo apuntaba a un duelo final por ver quién paraba más tarde entre los cinco primeros, tuvo lugar el accidente en solitario de Callum Ilott en la vuelta 67 que puso patas arriba la carrera. El británico acababa de parar en boxes, al igual que Santino Ferrucci (undécimo antes de su parada), Kyffin Simpson y Marcus Armstrong. Con las paradas masivas del resto, sin cambios entre los líderes, los tres se colocaban como nuevos líderes de facto de la carrera.

Fue entonces cuando tuvo lugar el primer infortunio real de Álex Palou en 2025. En el giro 73, uno después de la resalida, Malukas calculó mal la frenada en la curva 1 y golpeó levemente al piloto de Ganassi, que acabó contra las protecciones. Con ello, firmó su primer abandono desde julio de 2024 en el óvalo de Iowa, así como el primero en circuito desde Road America 2022, poniendo fin a su racha casi inmaculada de este 2025 (cinco victorias y un segundo puesto). Quién dio un paso al frente en esta circunstancia, tras el cuarto caution de la carrera, fue Kirkwood.

Ni corto ni perezoso, el piloto de Andretti solo necesitó cuatro vueltas desde la resalida para superar, uno tras otro, a Armstrong, Simpson y Ferrucci, aun dañando levemente su alerón delantero en el proceso. Herta y Power intentaron lo mismo, situándose segundo y cuarto, pero ninguno igualaba la facilidad con la que lo había hecho Kirkwood. Y entonces, llegó el susto. En la vuelta 84, cuando rodaba en 15ª posición, Louis Foster sufrió un colapso de la suspensión delantera derecha, que le llevó a chocar con el muro a la derecha de la pista, embestir a Rosenqvist y terminar en las protecciones del fondo de la escapatoria.

Pese a la violencia de los impactos, ambos pilotos se bajaron de sus coches por su propio pie, si bien Rosenqvist tuvo que ser retirado en camilla por precaución. El quinto caution vino acompañado poco después de una bandera roja para efectuar las pertinentes reparaciones. Kirkwood no se dejó avasallar y dominó a placer las 12 vueltas finales para hacerse con un gran triunfo, el segundo de la temporada, que ratifica su condición de gran piloto de urbanos al haber conseguido sus cuatro victorias en IndyCar en este terreno. El piloto de Andretti sigue siendo aún el único que ha roto la tiranía de Palou en 2025, y sube al tercer puesto de la general pese a su descalificación en la Indy 500.

RESULTADOS FINALES DEL GRAN PREMIO DE DETROIT

En el cajón más alto, además, completó el primer podio 100% americano en una prueba de IndyCar desde la Texas 600 de 2019 con Ferrucci y Herta, que dieron cuenta de un Power sin agarre tras la bandera roja, sin que los conatos finales de batalla entre los tres cambiaran el orden. Ferrucci, que aún no había conseguido un top 5 en circuito, obtuvo de este modo su segundo podio y su mejor resultado en IndyCar, habiendo estado más cerca que nunca de su primera victoria, mientras que Herta estrena su casillero de podios en 2025 ante un Power con un futuro muy incierto por el final de su contrato.

El golpe de fortuna brindó a Simpson su primer top 5 en IndyCar, mientras que O’Ward, aún segundo en la general, y Lundgaard, lastrado por una segunda parada demasiado temprana, completaron detrás de Armstrong una carrera algo frustrante para McLaren en la parte baja del top 10, que remataron Newgarden con un tapón histórico con blandos ultra desgastados y Alexander Rossi, que se lo arrebató a Dixon a tres vueltas del final. Por fin, todos podrán descansar una semana y preparar las armas para encarar la batalla por el título, que se reanuda dentro de dos semanas en el óvalo de Gateway durante la madrugada española.

Fotos: IndyCar Media