
La relación que no esperábamos, el tren de alta velocidad dispara las ventas de coches eléctricos
Cuando pensamos en trenes de alta velocidad y coches eléctricos, tendemos a verlos como rivales en una misma liga: ambos quieren modernizar el transporte, reducir emisiones y desterrar el humo del tubo de escape al baúl de los recuerdos.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Pensilvania pretende desmontar esta percepción con un giro de guion digno de serie coreana: el tren bala no compite con el coche eléctrico… ¡lo impulsa!
Un 91 % más de ventas en comparación con las que aún esperaban su conexión ferroviaria
¿Cómo puede un tren aumentar las ventas de coches eléctricos?
La clave está en una vieja conocida del sector eléctrico: la ansiedad por la autonomía o range anxiety, de la cual te hablamos en profundidad en este artículo. Ese miedo tan extendido a quedarse tirado en mitad de la nada con la batería completamente vacía.
Lo que demuestra este estudio es que, en China, el crecimiento de la red ferroviaria de alta velocidad ha aliviado este temor de forma sorprendente.
Gracias al tren, los desplazamientos largos —esos que más preocupan a los conductores de vehículos eléctricos— pasan a ser cómodos, rápidos y fiables (aunque en España llevamos una rachita que para qué las prisas). Y así, el coche eléctrico puede centrarse en lo que mejor sabe hacer: moverse por ciudad y trayectos de media distancia sin emisiones ni ruidos.
Datos que electrifican
El estudio analizó los datos mensuales de ventas de vehículos eléctricos en 328 ciudades chinas y encontró que aquellas que se conectaron antes a la red ferroviaria de alta velocidad experimentaron un crecimiento notable en la cuota de mercado de estos coches.
¿Cuánto exactamente? Pues nada menos que un 91 % más de ventas en comparación con las que aún esperaban su conexión ferroviaria. De hecho, se estima que hasta un tercio de la cuota de mercado de eléctricos en estas ciudades podría atribuirse directamente a la presencia del tren de alta velocidad.
Pero ojo, siempre conviene recordar que correlación no implica necesariamente causalidad. No se trata de que el tren tenga superpoderes de persuasión automovilística, sino de que crea un entorno favorable: ciudades más conectadas, mejor infraestructura, más confianza tecnológica… y eso cala.
Más que transporte: impacto económico y sinergias urbanas
Otro aspecto a tener en cuenta es que el tren de alta velocidad no solamente pone en hora el reloj de la movilidad, también actúa como motor económico. Al conectar ciudades medianas con grandes polos urbanos, impulsa el turismo, facilita el acceso al empleo y dinamiza sectores como la hostelería, el comercio y, por supuesto, el inmobiliario.
Esta transformación repercute en una ciudadanía más predispuesta a adoptar tecnologías limpias (y por qué no decirlo, con mayor capacidad financiera). Al fin y al cabo, si tienes tren para ir a otra ciudad en una hora, ¿por qué necesitar un coche que lo haga todo? Mejor uno que lo haga bien en lo que realmente importa: el día a día.
Aunque el caso de China tiene sus particularidades —como el control estatal del suelo y la gigantesca inversión pública que ha permitido construir más de 45.000 km de líneas en tiempo récord—, la idea de que los modos de transporte limpio se refuercen mutuamente es exportable.
En Europa, por ejemplo, donde se está apostando por restringir vuelos de corto recorrido y fomentar el tren, podríamos ver un efecto similar en las ventas de eléctricos. Y lo mismo podría ocurrir en Estados Unidos si se concretan los ambiciosos planes de expansión ferroviaria.

Un futuro conectado y sostenible
Al igual que muchos propietarios de coches eléctricos terminan instalando paneles solares en casa, esta sinergia entre trenes y coches eléctricos es otra prueba de que la sostenibilidad rara vez viaja sola. Viene con aliados, sinergias y, a veces, con billete de alta velocidad.
Así que ya lo sabes: la próxima vez que veas pasar un tren bala, no pienses simplemente en su velocidad. Piensa que, quizás, también está empujando silenciosamente a más personas a enchufarse al futuro.
¿Quién iba a decir que el tren y el coche eléctrico harían tan buena pareja? Quizá es hora de que el transporte deje de competir… y empiece a colaborar.
Fuente: Forococheselectricos.com
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