¿Está España «besando el culo» de Donald Trump?
El mundo entero está a punto de entrar en guerra comercial a causa de losaranceles masivos que está lanzando Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos está en boca de todos, y más todavía después del último recochineo público a razón de estos aranceles.
Durante su discurso ante el Comité Nacional Republicano del Congreso, Trump se ha burlado de los países que ahora quieren negociar sus aranceles con el gobierno norteamericano: «Me están llamando, besándome el culo, se mueren por hacer un acuerdo. Por favor, señor, déjenme hacer un trato, haré lo que sea, lo que sea».
Recordemos que el gobierno de Trump acaba de lanzar unos aranceles del 20 por ciento a las exportaciones desde la Unión Europea y otros al resto de países, entre los que destaca el masivo arancel del 104 por ciento sobre los productos procedentes de China, algo que ha provocado caídas masivas en las Bolsas de todo el mundo. Y sin olvidarnos del 25 por ciento a los vehículos que entren en los Estados Unidos.
La postura de España ante los aranceles de Trump
El presidente estadounidense aseguró que estaría dispuesto a negociar con otros países siempre que tuviesen algo «fenomenal» que ofrecer a cambio. Por el momento, la respuesta de Europa y España ha sido tibia: tan solo mensajes en contra de los aranceles y promesas de represalias.
Parece que el camino a seguir aquí es el del diálogo, aunque el Gobierno español aseguró que analizaría el impacto de los aranceles sector por sector y producto a producto para dar una respuesta adecuada en cada caso. Así fue cómo calificó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, los aranceles de Trump.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, instó incluso a la UE a responder con contramedidas, mientras que desde el partido Sumar, presente en el gobierno de coalición, recomendó un arancel del cien por cien a Tesla como reprimenda a las acciones de Trump.
Mientras sucede todo esto, Pedro Sánchez, está de visita oficial en Asia, concretamente en Vietnam y China, donde busca fortalecer las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.
España se abstuvo en la votación por los aranceles contra los coches eléctricos chinos en Europa, tras un cambio de dirección precisamente en la penúltima visita de Sánchez al gigante asiático. Allí estará de nuevo para tratar las tensiones comerciales entre la UE y China.
Entre otras cosas, se pondrán sobre la mesa también las investigaciones ‘antidumping’ contra los productos cárnicos y lácteos europeos, y se intentarán establecer lazos económicos que promuevan inversiones mutuas.
Aquí en nuestro país fue noticia recientemente uno de los mayores opositores al Gobierno de Sánchez: el líder de VOX, Santiago Abascal, se ofreció como interlocutor con Trump. Sin valorar de por sí los aranceles norteamericanos, que afectan sobre todo a los sectores de la agricultura, la industria química y el automóvil, Abascal condiciona su ofrecimiento a la «dimisión en bloque del Gobierno» y a la convocatoria de elecciones.
¿Qué países están «besando el culo» a Trump?
Siguiendo con la palabrería del presidente norteamericano, no consta que España esté en esa posición por el momento. Incluso uno de sus más firmes seguidores en nuestro país como Abascal parece estar reconsiderando su postura e intenta ejercer como mediador entre ambos países, sabedor de cómo estos afectan a las empresas españolas.
Y es que incluso desde dentro del propio gobierno republicano o los grandes inversores norteamericanos están alertando del grave peligro que está causando Donald Trump con sus aranceles y sus amenazas.
Algunos países de los que se tiene constancia de las conversaciones con el líder norteamericano están al otro lado del Pacífico. No China, que ya sabemos que difícilmente negociará con su mayor enemigo, pero sí los gobiernos de Vietnam, Japón o Corea del Sur. En estos dos últimos casos, con especial relevancia para el sector automovilístico.
«Han tratado muy mal a Estados Unidos en materia comercial. No se llevan nuestros coches, pero nosotros nos llevamos millones de los suyos. Lo mismo ocurre con la agricultura y muchas otras cosas», aseguró Trump al respecto de sus «socios» japoneses. En el caso del gobierno surcoreano, se ofrece a comprar más gas licuado a Estados Unidos y a abrir su país a empresas estadounidenses para proyectos de infraestructura naval.
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